Texto:
Mateo 5:9
INTRODUCCION: De todas las bienaventuranzas, esta es la que
tiene menos referencia en el A.T. En el
A.T. se habla de la paz como un estado que se disfruta como consecuencia de la
intervención de Dios, esto es, como un don de Dios, pero poco se habla de la
responsabilidad de promoverla, especialmente entre los enemigos. Consideremos nuestra bienaventuranza.
I. QUIÉNES
SON LOS PACIFICADORES
A. La palabra “pacificadores” es la
traducción de eirenopoioí. Este es un
vocablo compuesto de eiréne-paz- y poiéo-hacer-. De manera que un pacificador
es uno “que hace la paz”, “que la promueve.”
B. Ser un pacificador es mucho más que:
1. Tener paz con los demás, tal y como se
exhorta en Mr. 9:50: “Tened paz los unos con los otros.”
2. Estar en paz con todos los hombres, tal
y como se exhorta en Ro. 12:18: “…estad en paz con todos los hombres.”
C. Una persona pacífica es aquella que es
tranquila; uno que está en paz con sus semejantes, puede ser simplemente uno
que elude conflictos; pero un pacificador es uno que procura vencer las
discordias y establecer de esa manera la paz.
D. Por lo tanto, el pacificador es el que
ejerce una paz activa, y no tanto contemplativa. Es el que ejerce la paz fuera de sí mismo.
E. Este tipo de paz activa es la que se le
atribuye a Dios cuando reconcilió todas las cosas a sí mismo; “Y por medio de
él reconciliar consigo todas las casas, así las que están en la tierra como las
que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de la cruz” (Col.
1:20; Ef. 2:14,15).
II. CUÁL ES LA RECOMPENSA: “SERÁN
LLAMADOS HIJOS DE DIOS”
A. En el idioma griego hay dos palabras
que se traducen “hijo”, ellas son téknon y juíos. Mientras que téknon a veces
tiene la connotación de “criatura”, huíos denota un parentesco íntimo, denota
la relación estrecha que existe entre padre e hijo. Por ejemplo, Cristo
nunca es llamado el téknon del Padre, sino el huíos.
B. En nuestra bienaventuranza la palabra
que se usa en huíos, dando a entender que los pacificadores serán reconocidos
como verdaderos hijos de Dios, esto es, que poseen su misma naturaleza.
C. Serán llamados hijos de Dios porque
Dios es el Dios de paz:
1. “Y el Dios de paz sea con todos
vosotros. Amén” (Ro. 15:33; 16:20).
2. “Pues Dios no es Dios de confusión,
sino de paz…” (1Co. 14:33).
D. ¿Cuándo y por quiénes serán llamados
hijos de Dios?
1. Primeramente aquí en la tierra: serán
reconocidos como gente especial que posee las virtudes de Dios.
2. En segundo lugar, serán reconocidos
como tales en el día final.
CONCLUSIÓN: Como se
puede ver, la paz en un don de Dios. Quien tiene a Dios tiene que tener también su paz. Pero esta paz no es una simple contemplación
mística, sino una fuerza enérgica que vence disensiones. ¿Qué tanto de ella
poseemos?
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